Sin complejos, moviendo el balón, atrevido y la mayor parte del tiempo como dueño de la pelota, el Ajax de Holanda fue contundente con las pocas oportunidades que tuvo y derrotó 1-0 en su casa al Tottenham que desesperado dejó prácticamente atrás en la lucha por estar en la final de la Liga de Campeones.
La mínima ventaja con la que encarará el choque en casa se creó gracias a un tanto de Donny Van de Beek, una primera parte en la que llevó todo el peso con la pelota y unos segundos 45 minutos de aguante inéditos en el cuadro de Erik Ten Hag.
A la impresionante puesta en escena del nuevo campo del Tottenham Hotspur, cubierto por miles de banderines que formaron un precioso mosaico en las gradas, le siguió un despliegue técnico brutal de los muchos del Ajax. Minutos y minutos de toque y posesión ante la sorpresa del Tottenham, que no salía de su asombro al ver el descaro del Ajax en casa ajena.
Sin complejos y superado ya el cartel de cenicienta, el Ajax se engrandeció ante el pobre centro del campo del Tottenham. Wanyama y Eriksen no tenían la capacidad, por inferioridad numérica, para disputarle el balón a De Jong, Schöne y Van De Beek.
Ziyech filtró un pase desde la frontal y el lateral inglés no se anticipó a Van de Beek. El holandés controló el balón, al borde del fuera de juego, y le tiró dos amagos a Lloris, suficientes para lanzarle al suelo y definir a placer. Aún así el 0-1 no tiró atrás al Ajax.
Y el Tottenham luchó pero por muchos balones que descendiera Llorente, no había nadie para rematarlos. El instinto goleador de Alli brillaba por su ausencia y Eriksen no puede firmar todos los días un disparo triunfante. Era un lucha contra sí mismo y contra un Ajax al que las victorias ante Real Madrid y Juventus le han dado un oficio impensable hace meses. El próximo miércoles que los del Ajax podrían finalmente calificarse cuando reciban al Tottenham en Amsterdam camino a la gran final en Madrid.
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