20 octubre de 2011
La Agenda Setting
Carta Abierta al Presidente Felipe Calderón
Jorge A. Leyva
Qué bueno que viene señor Presidente. Le hace bien su visita a Tabasco.
Aquí estamos en plena contingencia. La gente de las comunidades sufre y conviven
con el agua, en sus casas de lámina, en sus chozas, en sus casas, viviendas.
Las comunidades y rancherías están en el agua. Una vez más la madre naturaleza o
el cambio climático ha decido que en la región se superen las lluvias que se
registraron el 2010. Una vez más se sigue trabajando y estamos de pie en
Tabasco. No nos quedamos de brazos cruzados ni esperando una ayuda de la
Federación porque ya hemos visto que desafortunadamente que la asistencia se
burocratiza. Es necesario decirle que si bien usted ha asumido su
responsabilidad como Presidente de todos los mexicanos, es frecuente el desdén,
el menosprecio de muchos de sus funcionarios que no lo escuchan ó bien hacen
como si lo escucharan. Frecuentemente se toman la foto en Tabasco y se van.
Ojalá se tomaran esas fotos en las zonas inundadas para que vean y sientan lo
que sufre la población.
Señor Presidente: pídale a sus insensibles funcionarios que vayan a Monte
Grande, Boca de Amatitán y Santa Rita en Jonuta. A la zona de los Bitzales y
Lázaro Cárdenas en Macuspana. A Boca del Cerro, Pomona en Tenosique. A Caudillo
del Sur, San Pedro, Jahactal en Balancán. A la Isla y ejidos El Pochote y El
Avispero, en Emiliano Zapata. Son solo algunos ejemplos porque en los 17
municipios del territorio tabasqueño hay afectaciones. Debemos del mismo modo
reconocer que muy distinta ha sido la actitud del personal de tropa, de
marinería. El Ejército y la Marina sin descanso han apoyado con su trabajo en
Tabasco. La gratitud de los tabasqueños por esa labor que vienen desempeñando
no se debe escatimar con esas dos grandes instituciones que son solidarias en
la Entidad. Hay que escribirlo, decirlo y reconocerlo.
El pasado 29 de septiembre de 2011 en Ostuacán, Chiapas; en su discurso en la apertura de los túneles de conducción del río Grijalva usted señor
Presidente recordó que en 2007 se dieron una las inundaciones más severas que
haya sufrido Tabasco. Hoy por hoy, es cierto la ciudad de Villahermosa no se ha
inundado. Las obras del Plan Hídrico Integral de Tabasco han logrado que no
sufra la capital los embates de la naturaleza de manera tan grave. Ese día
reconoció que aunque van caminando las obras, falta por hacer. ¡Y claro falta
mucho por hacer! Es correcto que se va avanzando pero, usted señor Presidente
empeño su palabra. Nosotros le creemos. Y le queremos creer por el bien de
todos los tabasqueños y tabasqueñas que vivimos en esta región. Le damos un
voto de confianza. ¿Cuántos son los afectados? Sus funcionarios dan una cifra.
El Gobierno del Estado de Tabasco otra. No se trata de polemizar. No se trata
de regatear la ayuda. Se trata de AYUDAR. Porque la gente lo mismo tiene sus
aves de traspatio en improvisados corralitos flotantes hechos de lirio acuático
que, también construyen espontáneas naves surcan las zonas medio inundadas; y me
refiero a triciclos con bloques de unicel que le amarran a los costados para
que estos triciclos floten y puedan sacar los pocos enseres que les quedan. Vaya,
insisto la gente en Tabasco no se han quedado esperando una despensa. Un vale.
Un apoyo del programa de empleo temporal. A ellos tampoco les interesan las
imágenes satelitales para que los cuenten. O si hay declaratorias de emergencia
o de desastre natural. O actúan o se mueren los animalitos. O sacan sus cosas o
las pierden. No hay más: se están ahogando.
Qué bueno que viene señor Presidente. Usted ha sido solidario. Ahora esperamos
no solo buenas noticias. Queremos acciones, hechos y soluciones. No graciosas
concesiones. Mucho aportamos a México. No solo petróleo, gas o recursos
naturales. Por eso, por reciprocidad no debe regateársele lo que a justa razón
corresponde a Tabasco. ¡Bienvenido Felipe Calderón!
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