
En un partido con poco fútbol, que ni de lejos se acercó al trepidante juego de la ida, River tuvo el carácter para levantar un gol en contra que no supo resguardar Boca, quien se quedó sin recursos tras la expulsión. Todo se decidió por un golpe de clase de Quintero, el proyecto de gran estrella que nunca alcanza la regularidad necesaria pero que es capaz de conducir a su equipo a la conquista de cualquier título.
Con este resultado, los dirigidos por Marcelo Gallardo consiguieron su segunda Copa Libertadores en tres años, luego de vencer al equipo mexicano Tigres de la UANL en 2015. River ganó su boleto para ser representante de la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol) en el Mundial de Clubes, a celebrarse en Emiratos Árabes Unidos.
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