Las heridas del 2012 que no han cerrado

21 mayo 2013

La Agenda Setting

Las heridas del 2012 que no han cerrado

Jorge A. Leyva     

El Senado en México es donde se modera el ejercicio del poder. Se ha convertido actualmente en el centro donde muchas de las acciones de poder toman fuerza política o caso contrario, duermen el sueño de los justos. Por esas extrañas cosas de la vida, precisamente ahí en la Cámara Alta después de las elecciones del 2012 y del reacomodo de las fuerzas políticas, es donde se ha dado una alianza muy sui generis entre la fracción del Partido Acción Nacional y del Partido de la Revolución Democrática. Y siendo tan importante el Senado no sólo para la gobernabilidad del país, sino también para la viabilidad de los institutos políticos es que no era admisible para Gustavo Madero presidente del PAN, que no existiera una adecuada comunicación con los senadores panistas que coordinaba el recién removido Ernesto Cordero.

Para nadie es un secreto a voces que el senador Ernesto Cordero ex coordinador de los senadores seguía las instrucciones del ex presidente Felipe Calderón, no de Gustavo Madero presidente nacional del PAN. Las trabas y manotazos del grupo de senadores calderonistas no fueron suficientes para que los blanquiazules se salieran del Pacto por México. Un acuerdo político que tanto ha cuestionado el sector de los duros del PAN, pero que en los hechos, los ha puesto en los reflectores y les ha dado oxigeno puro a un partido que fracturado, recién acaba de perder la presidencia de la república después de dos sexenios.

PAN y PRD han jugado un papel central en el Pacto por México. La cuestión es que ante las reformas que han salido, otras más que se han atorado y las que todavía vienen, era primordial que el PAN uniera esfuerzos y garantizara la viabilidad de los acuerdos. Nadie dice que se sustituya el trabajo de los senadores. Lo que ya no admitió Gustavo Madero fueron los dobles mensajes que enviaban. Por un lado caminaba Ernesto Cordero y por el otro, el líder nacional panista. Otro detalle que no se puede perderse de vista es que en el Senado de la República, el Partido Revolucionario Institucional no tiene mayoría; por eso el papel que juega la izquierda y la derecha cobra fuerza por los proyectos e iniciativas de ley que se están planteando para impulsar el desarrollo de la Nación. La destitución de Ernesto Cordero le da a Gustavo Madero mayor poder a su presidencia pero, también es cierto que las heridas del 2012 no han terminado de sanar en el PAN. En ese marco se ubica esa decisión de poder. El PAN no termina de recomponerse y la fractura se acrecienta, sin embargo, la disciplina panista se impondrá. Por ahora guardarán los cuchillos largos pero los tendrán afilados… para mejor ocasión.

Así es Canito tienes razón hay que poner las barbas a remojar. Como nadie nació en el puesto, ahora cobra mayor fuerza el rumor de la remoción de Rafael Abner Balboa como coordinador de los diputados perredistas en el Congreso tabasqueño. Los errores son muchos y ya hasta el nombre del legislador del sol azteca es objeto de burla por propios y extraños. El problema es que no sólo se daña su reputación, sino que la institución también sufre ya de la merma. Y como el PRD está cometiendo muchos errores y el Movimiento de Regeneración Nacional crece y crece en Tabasco ya no hay tiempo para seguir experimentando. De ahí que la sustitución de Rafael Abner Balboa sea el tema primordial en la clase política perredista. Alguien tiene que asumir los costos del mal trabajo del PRD tabasqueño y la mira está puesta en el legislativo.

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