13 mayo 2013
La Agenda
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Me declaro inocente, eso dijo pero nadie le creyó
Jorge A. Leyva
Histórico el juicio sin
duda, pero más inédito fue el fallo que se dio este fin de semana al ex
dictador guatemalteco Efraín Ríos Montt. Más por los delitos que se le imputan
al ex mandatario, la sentencia no tiene parangón porque los más afectados -sí
se revisa la historia moderna- fueron varios grupos indígenas que viven en la
nación centroamericana. ¿Qué fue lo que motivó que Efraín Ríos Montt esté hoy
por hoy en el banquillo de los acusados? Veamos:
Militar de carrera, Ríos
Montt ingresó al ejército a los 18 años de edad. En marzo 1982, un golpe de
estado encabezado por él derrocó al presidente saliente Fernando Romero Lucas
García, y al electo Ángel Aníbal Guevara –ambos militares- para intentar así, en
medio de la crisis gobernar diecisiete meses, pero que también al final, sería derrocado
por otro militar, su propio ministro de Defensa en agosto del 1983. Casi mil
días gobernó y en esos mil días Guatemala viviría sus peores pesadillas. Efraín
Ríos Montt formó las denominadas Patrullas de Autodefensa Civil, se armaron a
grupos de civiles, se avivaron los conflictos internos. Al tiempo impulsó el
protestantismo y combatió fervientemente el catolicismo. Bajo su mandato se
perpetró la matanza de los indígenas maya ixil.
Derrocado Efraín Ríos
Montt durante las últimas dos décadas intentó sin éxito retomar el poder,
primero por la vía de las armas, después por la vía de varias elecciones
constitucionales. A la par, la premio Nobel de la Paz, la guatemalteca Rigoberta
Menchú impulsaba un proceso internacional en su contra por genocidio,
detenciones ilegales y terrorismo. En 2007 Ríos Montt ingresó al congreso y
apenas el año pasado terminó su periodo como legislador. Fue ahí donde se abrió
una ventana para acusarlo por crímenes contra la humanidad. En pleno juicio
Efraín Ríos Montt cuando habló solo dijo: “Soy y me declaro inocente” pero…
nadie le creyó.
Por primera vez en el
mundo, un ex jefe de Estado enfrentó un juicio por genocidio ante un tribunal
nacional. Guatemaltecos juzgando a su propio ex mandatario. Ninguna nación
latinoamericana o del mundo puede decir lo mismo. Con la sentencia de 80 años
de prisión por su papel preponderante en la muerte de mil 771 personas, por el
desplazamiento forzoso, tortura y violencia sexual sistemáticas que fueron
deliberadamente infligidos a los indígenas mayas Ixil de Guatemala se escribe
la historia de esa Nación. Asunto nada menor que nos pide voltear la mirada
porque con este histórico juicio, se logra reincorporar la justicia a la
demanda social de los guatemaltecos. Lo delicado es que el capítulo no acaba
aquí, porque a pesar del histórico fallo hay una posibilidad de que el ex dictador
salga libre. Ayer mismo la cúpula
empresarial guatemalteca exigió anular el juicio contra Ríos Montt, mientras la
Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos Navi Pillay,
aplaudió la sentencia al ex dictador. Se advierte que, como declaró la propia
Rigoberta Menchú el asunto no acaba aquí, apenas empieza porque todavía falta
que enjuicien a varios ex dictadores más.
Así es Canito tienes
razón, el Partido de la Revolución Democrática demandó a Rosario Robles por su
presunta responsabilidad en la utilización de programas sociales con fines
electorales. La cuestión es que la dirigencia del Sol Azteca que encabeza Jesús
Zambrano ni siquiera puede poner orden en Baja California donde el PRD local o “un
grupo de disidentes” como los calificó Zambrano, mostraron su apoyo y respaldo a
Castro Trenti y al PRI, dejando así en entredicho la alianza que a nivel
estatal signó con el PAN. Les comparto nuestro correo electrónico:
jordymx@hotmail.com y en twitter nos puedes encontrar como: @Jorge__Leyva
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