PRONUNCIAMIENTO
Rechazamos la violencia
creciente en el país, ante los hechos en Monterrey; nuevamente pedimos cambios
en el enfoque de estrategia de seguridad
México D.F.- 26 de agosto de 2011.- El Movimiento por la Paz
con Justicia y Dignidad está profundamente consternado por el incremento de la
violencia en el estado de Nuevo León. En los últimos dos días Monterrey se ha
enfrentado a cuerpos desmembrados, más asesinatos y desapariciones y ahora la
terrible tragedia en un casino del día de ayer. Así como en días pasados por lo
vivido en Torreón, Coahuila. ¿Quién puede negar la emergencia nacional?
Estos hechos son inadmisibles y provocan un dolor y una
indignación intensos en toda la sociedad. Nuestra comunidad no puede ya tolerar
estos niveles de violencia. Es necesario construir y mantener la paz, una paz
auténtica y activa que no se base en estrategias mediáticas o a mediano plazo,
que no se sustente en autoridades culpando a otras autoridades, ni en llamados
ciegos a más violencia. Necesitamos una paz que impregne la vida cotidiana de
la comunidad; los ciudadanos y ciudadanas merecemos una vida tranquila y
debemos trabajar por ella y exigir a las autoridades cambios profundos.
Las autoridades deben dar una respuesta clara, firme y pronta
a estos hechos y urge que cambien su enfoque de estrategia, lo que han hecho
hasta ahora sólo a llevado al incremento de la violencia que claramente esta en
aumento. Es necesario que dicha respuesta sea trasparente y pueda ser
verificada por la sociedad civil. Las autoridades no han demostrado tener la
capacidad o el interés en reducir los niveles de violencia criminal, y en
cambio, la violencia institucional sigue en aumento. Por eso la sociedad debe
ejercer su poder democrático y vigilar de cerca a las autoridades de todos los
niveles y todos los órdenes de gobierno.
Para enfrentar estos hechos las autoridades no requieren
extralimitarse en sus funciones, ni necesitan más facultades que las que ya
tienen. Tienen todo el marco legal necesario para investigar y responder
institucionalmente a estas atrocidades sin que tenga que ejercerse más
violencia, la violencia puede contenerse y reducirse sin violar la ley. México
debe transformarse en un Estado democrático de derecho con políticas públicas
bien diseñadas y ejecutadas que ayuden a reducir la violencia sin concentrarse,
torpe y ciegamente, en operativos armados, en retenes, en arrestos ilegales, en
violaciones a los derechos humanos que sólo aumentan la violencia y la
inseguridad o en leyes como la Ley de Seguridad Nacional.
Rechazamos las respuestas de venganza y no nos podemos sumar
a las voces que claman por más violencia. El problema principal es cómo reducir
los índices de violencia no cómo aumentarlos. La pacificación de nuestra
comunidad sólo se puede lograr a través de un actuar eficaz y legal de nuestras
autoridades, con el involucramiento consciente de los ciudadanos. No podemos
seguir combatiendo tontamente sin darnos cuenta de la centralidad de las
víctimas, de que los llamados daños colaterales son ya el centro de la violencia,
el centro de nuestra preocupación.
Reafirmamos nuestra convicción de que el respeto a la
dignidad humana, el respeto a la legalidad y el combate a la impunidad y a la
corrupción son las herramientas adecuadas y suficientes para lograr un cambio
en la situación que vivimos. Externamos nuestro más sentidos pésame a los
familiares de los asesinados.
Atentamente
Movimiento por la Paz
con Justicia y Dignidad
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