PARTICIPACIÓN EN "POR LA LIBRE" XEVT
HUMBERTO MAYANS CANABAL
El enfrentamiento que se dio en
días pasados en el Congreso de los Estados Unidos, entre republicanos y
demócratas, en relación a la solicitud que hiciera el Presidente Obama para
hacer frente a la enorme deuda del erario público y la consecuente reducción
después de la calificación del grado de inversión que emitió la calificadora
Standard & Poor´s, significó un verdadero terremoto económico y financiero
no solo para los Estados Unidos y Europa, sino también para las finanzas
internacionales y la economía global.
La situación de volatilidad e
incertidumbre económica actual, nos debe hacer reflexionar con seriedad y
urgencia, sobre la viabilidad del modelo económico imperante haciendo un
balance de los logros y deficiencias del mismo, modelo concebido, diseñado e
impuesto al mundo por los economistas de la escuela de Chicago y por el llamada
consenso de Washington. Modelo nutrido por una ideología fundamentalista en
donde el mercado lo es todo, ello en un Estado de capitalismo puro, en donde la
intervención de los Gobiernos debe de desaparecer, ello implicó el
desmantelamiento del modelo keynesiano, surgido a partir de la gran depresión
de 1929, que llevó a los Gobiernos a instrumentar y promover políticas públicas
de pleno empleo, mejorando los salarios de los trabajadores, fortaleciendo los
mercados internos, y creando instituciones sociales que garanticen la educación
y la salud del pueblo.
Las crisis recurrentes de las
finanzas internacionales, la oleada de rebeliones, cada vez más violentas de
jóvenes de varias partes del mundo reclamando mejor educación y sobre todo
mejor oportunidades de trabajo y mejor presentación política, así nos lo
acredita.
La elección estriba en que los
mercados no pueden dejarse a sus propias reglas y recursos, no pueden regularse
y menos supervisarse a sí mismos por lo que se hace indispensable, la
intervención del Estado; se hace necesario recuperar el poder del Estado para
imponer reglas claras, privilegiando el interés de la sociedad en su conjunto y
no solo el de los banqueros y de un puñado de multimillonarios globales.
El poder migró de los políticos y
de los Gobiernos al sector financiero, a funcionarios y tecnócratas de cuello
blanco, hoy estos realizan funciones de gobierno que corresponden en rigor a
funcionarios públicos y a los políticos profesionales, por ello vemos todos los
días a presidentes y jefes de Estados agobiados y desesperados tratando de
tomar infructuosamente decisiones para atenuar las crisis.
La conclusión es clara: los políticos y el Estado deben de recuperar el
poder porque como señala George Soros: las decisiones requieren consenso y en
ausencia de este se mantienen las decisiones del pasado, en consecuencia
primero hemos de revivir para luego sobrevivir.
MIÉRCOLES 24 DE AGOSTO
DE 2011
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