06 junio
2013
La Agenda
Setting
Vaya tema el de las desapariciones forzadas
Jorge A. Leyva
En México, las
desapariciones se han convertido en un fenómeno común porque las autoridades
federales y estatales las han tolerado y se han negado a erradicarlas, así de
crudo es lo que reporta el más reciente documento de Amnistía Internacional
publicado hace un par de días en nuestro país. Lo más raro es que si uno revisa
las cifras que nos aporta la organización no gubernamental: 152 desapariciones
forzadas documentadas en México; esto contrasta con los datos que ayer mismo
aportó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos sobre el mismo tema, y
donde da a conocer que existen 2,443 casos donde podría haber indicios de
desapariciones forzadas. Uno entendería si la cifra tuviera una variación
menor, pero existiendo tal contraste en las proporciones de las cifras, éstas
deber ser tomadas con reservas.
No obstante, si bien es
cierto que el gobierno actual apenas está conociendo del tema que recibe,
diversas organizaciones coinciden que los compromisos suscritos por altos funcionarios
del Gobierno mexicano tienden a poner fin a las desapariciones. Sin embargo, el
tema principal pasa por descubrir el paradero de las víctimas, castigar a los
culpables y combatir la impunidad.
El principal problema que
vive México es que las desapariciones donde se involucra un funcionario público se dan en un marco
donde el gobierno combate e intenta poner freno a las bandas de delincuencia
organizada y las cifras se cruzan. En el Gobierno Federal que encabezó Felipe
Calderón en algún momento se reconoció que había al menos a 26 mil personas
registradas como desaparecidas o no localizadas en los seis últimos años –que
no necesariamente desapariciones forzadas-. Pero más recientemente el
secretario de gobernación aceptó que la cifra podría ser mucho menor. Ayer Raúl
Plascencia el presidente de la CNDH informó que el reporte que tienen de
desaparecidos en México es de casi 25 mil
personas desaparecidas.
La cuestión es que si las
desapariciones tienen que ver con secuestros cometidos por delincuentes o
funcionarios públicos, no se puede seguir haciendo caso omiso de esta terrible
realidad. No se trata sólo de cifras, se trata de seres humanos. No se puede
ver como simples números que se reflejen en una gráfica pastel. No. Son
personas de carne y hueso con familiares. No debemos olvidar eso. Sin duda el
reto es importante para la administración del presidente Enrique Peña Nieto: poner
fin a la crisis de las desapariciones, localizar a las víctimas y hacer rendir
cuentas a los responsables, con independencia de que sean delincuentes o
funcionarios públicos es la gran tarea pendiente.
Lo delicado es que la
mayor parte de las veces, los familiares emprenden verdaderas cruzadas para
obtener la verdad y la justica ante la pasividad del Estado. Los familiares de
los desaparecidos viven en la desesperación por encontrar a sus seres queridos,
en ese trance son amenazados, estigmatizados y maltratados. Los familiares han
tenido que llevar a cabo sus propias investigaciones, corriendo un gran riesgo
personal y obteniendo mejores muy frecuentemente resultados ante una autoridad que
debería investigar pero que, permanece la mayor de las veces omisa.
El tema amerita toda la
atención. No es asunto menor y es necesaria la participación de víctimas y
grupos de derechos humanos en la elaboración de políticas pública, y también que
las autoridades federales y estatales cumplan con su deber. ¡Vaya asunto!
Así es Canito tienes
razón, la incongruencia de los políticos a veces no tiene límite. Vicente Fox
quién recientemente se manifestó a favor de la legalización de la marihuana
nada hizo durante los seis años que fue presidente de la república. Ahora sale
con que quiere hasta cultivarla. Lo que hay que ver. Les comparto nuestro
correo electrónico: jordymx@hotmail.com y en twitter nos puedes encontrar como:
@Jorge__Leyva
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