10 OCTUBRE 2013
La Agenda Setting
Tabasco lo tienen que componer los tabasqueños
Jorge A. Leyva
Mucho se comenta
que a México no le duele Tabasco. Que en el altiplano en el centro del país
poco les importa la problemática de los tabasqueños. Cierto es que como
integrantes del Pacto Federal, México, la federación le ha quedado debiendo a
Tabasco. No sólo por el petróleo que sale de esta zona y que junto con los
estados petroleros aportan la mayor parte para la conformación del presupuesto
federal. También por la extracción de gas y ni qué decir de las enormes
reservas de agua que tenemos, nuestra biodiversidad, ganadería y una vocación
agropecuaria importante. Si bien Tabasco no se ha caracterizado por ser un
estado industrial, en cambio su ubicación lo coloca como puerta de entrada de
la Península de Yucatán con un acceso importante al Golfo de México. ¿Entonces
qué pasa?
Para nadie es un
secreto que mucho dinero ha habido siempre en Tabasco. Presupuestos enormes que
de alguna manera no han sido plenamente aprovechados. Tabasco es un estado
grande pero que sufre de niveles lamentables de empleo, inseguridad, salud
pública incluso educación. No es culpa del actual gobierno, es cierto que
recién empiezan y que se debe tener cierta paciencia para empezar a ver resultados.
Pero históricamente con presupuestos generosos en Tabasco hemos desperdiciado
nosotros mismos nuestro acceso a un mejor nivel de vida. A un bienestar social
real. Hoy por hoy no lo hay. No se ve.
En cambio en
Tabasco inventamos la industria de la reclamación petrolera, sí esa que
instituyó Andrés Manuel López Obrador, que sin duda es un líder histórico pero
que, con su radicalismo ha perdido mucho de lo que ha construido. Así pues los
gobiernos priístas tabasqueños de la época se volvieron paternalistas a más no
poder y eso prostituyó las verdaderas demandas ciudadanas. Ahora en Tabasco -en
años recientes- se inventó la industria de la reclamación hídrica –si me permite
el término amable lector-, porque con cuatro inundaciones en Tabasco el gobierno
de Andrés Granier vivió las de Caín pero también la asistencia se
institucionalizó. Ahora enfrenta sendos procesos en reclusión, pero hay que
decirlo nadie, nunca antes ningún gobernador pasó lo que pasó el químico de
profesión. La gente se ha acostumbrado a recibir dádivas del gobierno, perdimos
nuestro esfuerzo cotidiano de trabajar y ser progresistas. Las luchas entre el
PRI y el PRD enfrentaron a familias. El tejido social se descompuso y ahora las
luchas de poder ante intereses personales o grupales son el pan nuestro de cada
día. Nosotros mismos le ponemos el pie al de al lado para que se caiga. Ahí
está lo que vive hoy en día el Partido Revolucionario Institucional que no más
no se pueden poner de acuerdo para elegir a su dirigente y eso que están
peleando los pedacitos del tricolor que quedaron después de su histórica
derrota electoral del 2012.
No sólo el PRI es
un ejemplo. Otro es el Partido de la Revolución Democrática donde recientemente
el golpeteo interno derrocó a Roberto Romero del Valle. Vaya que se llevan
pesados los perredistas. Lo he escrito y lo confirmo, el peor enemigo de un
perredista es otro perredista. También en el gobierno estatal también se cuecen
habas. En lugar de privilegiar el trabajo para fortalecer el quehacer y la administración
del gobernador Arturo Núñez, muchos se la pasan grillándose los unos a los
otros. Por eso en todos los ámbitos si pensamos que el Gobierno Federal o que
desde la capital del país en Tabasco nos van a venir a resolver los problemas,
bien podemos agarrar una silla y quedarnos a esperar porque eso no sucederá. Los
problemas de los tabasqueños los tenemos que resolver los propios tabasqueños. O
nos unimos y nos ponemos de acuerdo con un fin superior que es Tabasco, o
seguiremos perdiendo el tiempo en luchas intestinas que a nada nos llevaran. Les comparto
nuestro correo electrónico: jordymx@hotmail.com y en twitter nos puedes
encontrar como: @Jorge__Leyva
No hay comentarios:
Publicar un comentario