martes, 27 de agosto de 2013

Esa delgada línea entre gobernar y reprimir

27 AGOSTO 2013
La Agenda Setting
Esa delgada línea entre gobernar y reprimir
Jorge A. Leyva
El magisterio tiene bien pensada la estrategia de causar molestias en la ciudadanía. Aunque se están arriesgando a ser víctimas de lo que podría ser la represión, los maestros con sus manifestaciones en todo México caminan en la cuerda floja sabiendo que este tipo de represiones les salen muy caras a los gobiernos. Desde 1968 en el colectivo social mexicano reprimir una manifestación prácticamente está vetado por cualquier Gobierno. Las cosas pueden salirse de control y pasar a un uso excesivo de la fuerza pública, cosa que se les revertiría fácilmente a quienes gobiernan. Incluso tal vez algún mártir que sufra las consecuencias podría detonar aún más los conflictos entre las partes. Nadie en su sano juicio puede querer eso. Por eso, cuando se trata de sacar a los cuerpos policiales, los políticos se la piensan dos y hasta tres veces.

Desde la ciudad de México donde se ha manifestado en las calles, en Guerrero donde han bloqueado carreteras como la autopista del Sol, en Oaxaca al intentar tomar instalaciones estratégicas como el aeropuerto local, o en Tabasco al hacer un paro laboral, todas son distintas formas de presionar a las autoridades. Claro que el tema también es político. Quienes no gobiernan, quienes no tienen el poder piden, exigen que se actúe. Que se ejerza la ley. ¿Pero el costo político quien lo asume? Hay una línea muy delicada entre aplicar la ley y ser acusado de intolerante, autoritario, de represor. Ahí nadie quiere entrarle. Insisto, es cierto, todos pedimos que se cumpla la ley pero a los políticos los riesgos de cumplirla les parecen mucho. A los ojos de los ciudadanos el tomar o no una decisión también se percibe como un factor de fortaleza o de debilitamiento. Ahí está el jefe capitalino Miguel Ángel Mancera a quien le está costando y en serio el no actuar. La oposición se frota las manos para que se disuelvan las marchas en la capital del país que sin duda es una gran tentación electoral. Aún así ¿Acaso no fueron los políticos ahora electos quienes decidieron buscar gobernarnos?

Esa línea delgada entre el ejercer presión en las calles y la moderación del ejercicio del poder por parte de los políticos en algún momento se va a romper. Y es que tampoco los ciudadanos podemos ser rehenes eternos de quienes se manifiestan públicamente, tengan o no razón. Los ciudadanos también tenemos derecho al libre tránsito y no estar a expensas de grupos o líderes corruptos, ni de manifestaciones legítimas que perjudiquen a los ciudadanos. Como dijo Benito Juárez: El respeto al derecho ajeno es la paz. ¿No que quería el poder? Bueno, ahora que gobiernen.


Así es Canito tienes razón, la Coordinadora Nacional de la Educación permanecerá más días en el Distrito Federal. Los maestros seguirán con marchas y su plantón indefinido en el Zócalo de la Ciudad de México. Incluso este primero de septiembre en el marco del primer informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto los maestros han llamado a organizaciones sindicales y movimientos estudiantiles a sumarse a una gran manifestación. El timming político parece favorecer a los docentes al meterles más presión a las autoridades, no obstante si no moderan sus expresiones de presión seguirán perdiendo simpatía en la ciudadanía, quienes ya empiezan a dudar si a nivel nacional esas manifestaciones sólo son porque los maestros se resisten a ser evaluados. Hay mucho más en el fondo. Les comparto nuestro correo electrónico: jordymx@hotmail.com y en twitter nos puedes encontrar como: @Jorge__Leyva

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