jueves, 23 de febrero de 2012

Hay que abrir escuelas para cerrar cárceles


23 febrero de 2012
La Agenda Setting
Hay que abrir escuelas para cerrar cárceles
Jorge A. Leyva

¡Qué dato! Ayer el diario de circulación nacional El Universal nos reveló que en los últimos cinco años más de 300 custodios, policías, personal administrativo, directores o subdirectores han sido detenidos y sujetos a investigación por estar presuntamente relacionados con la fuga de más de 700 reos que permanecían en penales de alta seguridad, cárceles municipales y Centros de Readaptación Social. Esta información por sí sola describe a la perfección la terrible realidad de corrupción que se vive en México en el sistema penitenciario en nuestro país. El estado donde se reporta el mayor número de elementos asegurados es Tamaulipas, donde en los últimos cinco años, por lo menos 138 custodios fueron detenidos. Pero ya sean del orden federal o del estatal también hay reportes de detenciones del personal penitenciario en los estados de Campeche, Coahuila, Chihuahua, Distrito Federal, Durango, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.

Los penales son una deuda añeja, Felipe Calderón se comprometió a entregar cerca de una decena de penales nuevos durante este 2012, la realidad es que hoy por hoy sólo han sido remodelados diez centros de reclusión que ya existían. Reportes de la Secretaría de Seguridad Pública Federal advierten que básicamente se está aprovechando la infraestructura penitenciaria estatal pues en el 2010 se rehabilitaron los Centros Federales de Readaptación Social de Huimanguillo en Tabasco; Guadalupe Victoria en Durango; Guasave en Sinaloa y los de Papantla y Perote en Veracruz; que ya existían. Datos del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social nos informan que México cuenta con una estructura penitenciaria conformada por 429 centros de reclusión, con una capacidad para 176,911 internos, el problema es que hay una sobrepoblación de 45,386 internos ¡25.65% más de su capacidad!

El fenómeno del Sistema Penitenciario de México no es aislado, hay que escribirlo con todas sus palabras, es parte de la violencia imperante en nuestra sociedad mexicana; la periodista María Pía Lara lo calificó en la revista Nexos como la “bancarrota moral”: donde los cadáveres aparecen cada día como testimonio de que algo está descompuesto; cientos de cuerpos mutilados o calcinados, de personas muertas que aparecen en las vías públicas con huellas de torturas o decapitadas, y hasta ahora no han sido los filósofos o los teóricos de la política los que han dedicado sus esfuerzos a tratar este tema, sino los periodistas y los novelistas; y tiene razón.

Basta darse una vuelta y ver que en los narradores más recurrentes están Élmer Mendoza, La prueba del ácido, 2011; Balas de plata, 2008; Efecto Tequila, 2004; Un asesino solitario, 1999. Juan José Rodríguez, Asesinato en una lavandería china, 1996; Mi nombre es Casablanca, 2005. Eduardo Antonio Parra, Nostalgia de la sombra, 2002. Luis Humberto Crosthwaite, Tijuana: Crimen y olvido, 2010. Jesús Alvarado, Bajo el disfraz, 2002. Otros autores dentro de la investigación periodística: Anabel Hernández, Los señores del narco, 2010. Ricardo Ravelo, Los capos, 2009; Crónicas de Sangre, 2007. Diego Enrique Osorno, El Cártel de Sinaloa. Una historia del uso político del narco, 2010. Magali Tercero, Cuando llegaron los bárbaros: Vida cotidiana y narcotráfico, 2011. Periodistas y escritores que nos exponen su realidad del porqué los muertos aumentan, de porqué las cárceles se llenan de violencia y del porqué no funcionan los sistemas de readaptación e incorporación a la sociedad de quienes delinquen. La triste realidad es que mientras las autoridades no le entren de lleno el tema, sólo nos queda a los periodistas y a los escritores narrar cómo día a día la violencia crece en espiral. Como reza el refrán popular; la realidad siempre supera a la ficción y la reciente fuga de 30 reos y la masacre de otros 44 en el penal de Apodaca, Nuevo León es parte de esta lamentable realidad que vive México, todo por la incapacidad de quienes nos gobiernan.

Así es Canito tienes razón al citar a Concepción Arenal, hay que abrir escuelas y se cerraran cárceles. Les comparto nuestro correo electrónico: jordymx@hotmail.com y en twitter nos puedes encontrar como: @Jorge__Leyva y como @LaAgendaSetting

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