sábado, 17 de mayo de 2014

Nuevas reglas, nuevo árbitro: mismos políticos

17 MAYO 2014
La Agenda Setting
Nuevas reglas, nuevo árbitro: mismos políticos

¿De qué sirve que tengamos nuevas reglas y nuevo árbitro si tenemos los mismos políticos de siempre? Me decía un amigo empresario que más allá de colores partidistas me comentaba la gran suspicacia que le generan las nuevas leyes electorales, me refiero a la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales y la Ley General de Partidos Políticos. Y no sólo sino que además los legisladores modificaron tres normas vigentes: la General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral, la Orgánica del Poder Judicial de la Federación y la Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos. ¿De qué trata todo esto?

De inicio tenemos nuevo árbitro, por lo menos en el papel. El Instituto Federal Electoral después de más de veinte años desapareció aunque muchos advierten que sólo le cambiaron de nombre y aumentaron el número de consejeros. Pero en los hechos el nuevo árbitro semicentraliza las elecciones locales, se le dota de facultades como la atracción de comicios muy cuestionados y se avanza en el tema de la fiscalización de recursos de campañas políticas. Incluso se promovieron cambios en la conformación del consejo general del nuevo instituto electoral y de los órganos estatales. Tampoco podemos olvidar que en la reforma aprobada en febrero del 2014 se adelanta la fecha de las votaciones de julio a junio. Bueno pues los diputados y senadores especificaron que para las elecciones del próximo año, el comienzo del proceso electoral se mantendrá para este octubre próximo por única ocasión y posteriormente en los subsecuentes procesos electorales el inicio se recorrerá a septiembre del año anterior a los comicios a realizarse.

La nueva ley permite ya las candidaturas independientes. Se establecen las reglas y porcentajes de firmas de electores que deberán cubrir los candidatos independientes para los cargos a nivel federal. No hay un límite de candidatos independientes para las elecciones de presidente, senadores y diputados. Un candidato independiente sólo recibirá financiamiento público y tiempo en medios hasta que se apruebe su registro. Donde el debate se puso sabroso –como dicen en mi pueblo- fue en el tema de las candidaturas comunes. Un tema que para el PRI es casi un tabú. Si bien los priistas lograron que para la presidencia de la república, senadores y diputados federales no se incluya dicha figura, dejaron la vía libre para que –como querían el PAN y el PRD- en los estados de la república cada congreso local decidan si se permite ese tipo de candidaturas. Los partidos conservarán la posibilidad de aliarse por medio de coaliciones. Aumentan los requisitos legales e incluso se agrega la obligatoriedad de que los candidatos de dichas coaliciones se comprometan a seguir una misma plataforma política.

Se les resta poder a los gobernadores de los estados. La nueva norma aprobada faculta al nuevo Instituto Nacional Electoral para que nombre a los consejeros electorales de los institutos electorales locales. ¡Y los consejeros locales deberán actuar correctamente! Y es que los consejeros del INE también tienen facultades para remover a los consejeros electorales de las entidades, quienes deberán evitar conductas que atenten contra la independencia e imparcialidad de la función electoral, tener notoria negligencia, ineptitud o descuido en el desempeño de sus funciones, entre otras directrices que marcaron ya los legisladores federales.

¿Y los que califican la elección? También se modifica la estructura del poder judicial electoral. Los magistrados electorales de las entidades serán elegidos en el Senado por dos terceras partes de los senadores, quienes evaluaran los perfiles y emitirán la convocatoria correspondiente. Estos funcionarios revisarán las decisiones de los institutos locales electorales. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación conserva la Sala Superior, pero también habrá siete salas regionales, anteriormente eran cinco. Se crea una nueva sala especializada en resolver las quejas urgentes de los partidos, los denominados procedimientos especiales sancionadores; pero con la salvaguarda de que estos fallos pueden ser impugnados ante la Sala Superior, si un partido político queda inconforme con la resolución.

¡Y los ciudadanos seguiremos pagando las elecciones! La principal fuente de recursos de las fuerzas políticas seguirá siendo el dinero público, administrado por el Instituto Nacional de Elecciones calculado con base a los votos que obtenga cada instituto político. Los partidos también podrán recibir financiamiento privado en dos modalidades, ya sea por aportaciones o cuotas de sus militantes y por donaciones de simpatizantes. Se establecen los límites. Como verá amable lector aunque hay cambios notables, algunas cosas aún son perfectibles. El problema es que nunca falta quien quiera darle la vuelta a lo que marca la ley. Por eso aún con nuevo árbitro y nuevas reglas, si seguimos teniendo a los mismos políticos de siempre -como me decía mi amigo empresario-, este país difícilmente cambiará. Les comparto nuestro correo electrónico: jordymx@hotmail.com y en twitter nos puedes encontrar como: @Jorge __Leyva

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