Alto a la discriminación

31 OCTUBRE DE 2015

La Agenda Setting

Por Jorge A. Leyva

Alto a la discriminación

En México el fenómeno de la discriminación sigue siendo desafortunadamente una realidad. Lo más delicado de este tema es que el proceso normativo en la materia muestra retos y rezagos pendientes. El derecho a la no discriminación resulta vital para el goce del resto de los derechos que le pertenecen a las personas. Recientemente, la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México arroja datos que reconocen que en nuestro país se discrimina mucho. Un ejemplo de ello es el dato que aportar al respecto de que la mitad de la población no dejaría que una persona homosexual vivir en su casa.

Según los especialistas, es preciso que los legisladores acudan a los órganos rectores nacionales e internacionales que son reconocidos en la materia, para fortalecer la legislación y encontrar nuevos campos de oportunidad. Otra vía es la que sugiere el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, en el sentido de la creación de una comisión especializada en temas de discriminación dentro del propio Congreso de la Unión. Lo cierto es que los derechos en materia de igualdad y no discriminación son fundamentales para cuidar la dignidad del ser humano.

La negación del ejercicio igualitario de libertades, derechos y oportunidades para que las personas tengan posibilidades iguales de realizar sus vidas y no gocen de las mismas ventajas que otros, los coloca en una posición de vulnerabilidad. La discriminación se focaliza históricamente en ciertos grupos: adultos mayores, afrodescendientes, por sus creencias religiosas, las etnias, los migrantes y refugiados, las mujeres, las niñas y niños, las personas con discapacidad, las personas que viven con VIH, por su diversidad sexual, los jóvenes y las trabajadoras del hogar.

Y mientras la discriminación en todo México sigue siendo una realidad, en el Senado de la República y en la Cámara de Diputados -según el documento Mirada Legislativa número 87-, se han presentado en la actual legislatura, un total de 133 iniciativas, de las cuales noventa permanecen pendientes, 41 fueron desechadas y sólo dos fueron aprobadas y publicadas en el Diario Oficial de la Federación. Es decir hablan mucho pero legislan poco…o nada.

No obstante que México ha incorporado en la legislación nacional diversos tratados internacionales en materia de derechos humanos, la igualdad que se busca lograr a través de éstos no se refleja en todos los grupos de la población, esto también se debe a un rezago normativo evidente de políticas públicas. Históricamente a mediados de los años setenta se incluyó esta protección a grupos vulnerables en la Constitución. Luego vino el reconocimiento de la igualdad entre la mujer y el hombre en 1974. En 1992 se emitieron derechos a favor de los pueblos indígenas y en 2001 la prohibición de la discriminación se incluyó en el artículo primero constitucional de forma explícita, creando así la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación. Las fechas muestran que los pendientes normativos en la materia son muchos y los largos espacios sin legislar sobre la discriminación resultan más que evidentes.

La falta de elementos por parte de las autoridades para identificar actos de discriminación; la nula sintonía que hay entre los tratados que el Estado ha contraído con organismos internacionales y nuestra actual legislación; el no consultar a los sectores principalmente afectados por temas de esta índole y una legislación deficiente sobre la materia, son cuatro graves asignaturas identificadas en las que se puede avanzar con mostrar un poco de voluntad. El fenómeno de la discriminación demanda un trabajo legislativo eficiente en donde las iniciativas se estudien minuciosamente, avancen y así se evite el actual rezago normativo en ambas cámaras del Congreso que por una evidente omisión, promueven indirectamente la discriminación. ¡Vaya ironía! Les comparto nuestro correo electrónico: jordymx@hotmail.com y en twitter nos  puedes encontrar como: @JorgeLeyva_