19 SEPTIEMBRE 2013
La Agenda Setting
Brasil le dice no a Estados Unidos
Jorge A. Leyva
En
materia de política internacional en América Latina no hay duda, Brasil sigue
al frente en su liderazgo sobre las naciones latinoamericanas. México y Brasil siempre
han competido históricamente por ser líderes en la región. El país sudamericano
ha destacado por la fortaleza de sus valores cívicos como la paz, la democracia
y la integración entre los países latinoamericanos. El enfoque brasileño ha
sido cooperativo y a largo plazo. Por eso no resulta raro que Brasil empiece a
tener mayor capacidad de influencia a la hora de prevenir y resolver conflictos
en la propia región, mucho más que los Estados Unidos quienes están metidos de
lleno en el medio oriente, con problemas con Corea del Norte, con diferencias
con los Rusos por el tema de Edward Snowden y ni que decir de sus motivos
económicos más que políticos por invadir Siria.
Esto
no es nuevo, desde los años noventa el liderazgo fue asumido por Brasil con la
retirada de México de la región. ¿Qué pasó? El TLCAN y el MERCOSUR marcaron el
rumbo. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) norteamericanizó la política exterior
mexicana. En cambio el MERCOSUR sudamericanizó la agenda exterior de Brasil.
Brasil es una potencia sudamericana mientras México se ha convertido en una potencia
light centroamericana.
México
no dispone de una política exterior proactiva. De aquellos tiempos donde la
diplomacia mexicana brillaba, sólo quedan recuerdos. Desde la entrada en el
TLCAN, las relaciones exteriores de México se concentraron en la compleja
relación con los vecinos del norte. Aspiramos a ser parte de América del Norte.
Miramos al Norte y no al Sur. Canadá y Estados Unidos son nuestro ejemplo
cercano. México desde hace mucho tiempo dejó de aspirar a un liderazgo regional.
La fuerte dependencia de México con Estados Unidos ha sido su principal limitación
a un liderazgo regional pero al mismo tiempo, una ventaja que le permitió
ingresar a la OCDE. La falta de una verdadera voluntad política para ser una potencia regional, un escaso protagonismo
internacional y doce años de administraciones panistas en un entorno poco proclive
a reconocer su liderazgo, han influido fuertemente para México a pesar de su relevancia
económica, no despunte como una potencia regional.
El
tema del espionaje de los Estados Unidos a los presidentes de ambas naciones, nos
muestra un claro ejemplo del manejo de la política exterior. La óptica es muy
diferente en México y Brasil. Un mismo asunto ha sido tomado de distinta manera
por los mandatarios de ambas naciones. La decisión de la presidenta de Brasil,
Dilma Rousseff, de posponer su visita de estado a Washington -prevista para el
mes próximo- por reportes de espionaje norteamericano en su país, marcan hoy
por hoy el momento más difícil en la relación entre ambas potencias políticas y
económicas en muchos años.
En
Brasil están ofendidos. Tienen un concepto muy fuerte de soberanía, su tamaño y
su poder a nivel internacional no son asunto menor. Y mientras los Estados
Unidos mandan mensajes de acercamiento y de tener mayor confianza, por otro
lado espían a los políticos, dirigentes, periodistas y hasta líderes sociales
de otras naciones. No hay confianza. Esa es la doble moral de los Estados Unidos.
Otro factor es que en Brasil habrá elecciones. Dilma Rousseff está metida en su
campaña de reelección. Es lógico que una confrontación mediana con los Estados
Unidos le dé muchos reflectores. Publicidad positiva que le ayuda a aumentar su
popularidad un tanto disminuida por las recientes protestas contra los gastos
multimillonarios del Mundial de Fútbol 2014 junto con la necesidad de mejores
servicios públicos en esa nación. Las manifestaciones se reflejaron en los
índices de aprobación de Dilma Rousseff que se derrumbaron. Ahora sus bonos
suben con esta posición firme que le suma adeptos dentro y fuera de Brasil. Dos
posiciones muy distintas. Ambas definidas desde antes que México entrara en
serios problemas por las inundaciones y lluvias intensas que toman ahora toda
la atención del presidente Enrique Peña Nieto. Les comparto nuestro correo
electrónico: jordymx@hotmail.com y en twitter nos puedes encontrar como:
@Jorge__Leyva
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