Alfonso Romo, el jefe de la Oficina de la Presidencia y coordinador del Consejo Asesor Empresarial informó que el Plan Nacional de Infraestructura es una herramienta para facilitar y acelerar la implementación de proyectos que contribuyan al crecimiento y desarrollo del país.
Detalló que se trata de 147 proyectos iniciales, de un universo de 1,700 proyectos que representan una inversión de 42,951 millones de dólares unos 859,022 millones de pesos. Aseguró que un primer paquete de obras aumentará el empleo y dará beneficios a quienes no ha llegado la derrama económica.
Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, mencionó que se trata proyectos iniciales de infraestructura en carreteras, telecomunicaciones, transporte, energía, turismo, aeropuertos, puentes, agua y saneamiento y trenes.
Expuso que los proyectos posteriores se irán discutiendo en el Mecanismo de Implementación y ahí se analizarán y, en su caso, se eliminarán trabas para agilizar la inversión. Mencionó que los primeros proyectos iniciarán en 2020 y hasta 2024, estos proyectos serán financiados únicamente con inversión privada.
El dirigente empresarial detalló que de los 147 proyectos, 45 serán para la zona centro del país, 49 para el norte y 42 para el sur. Para el año 2020 se ejecutarán 72; mientras que para 2021-2022 se harán 41 más y para 2023-2024 serán 34 proyectos.
Luis Niño, líder de los banqueros mexicanos, dijo que la banca tiene una liquidez de 800,000 millones de pesos invertidos para infraestructura, lo que garantiza el financiamiento para los proyectos. Añadió que recursos suficientes hay para ahora y el futuro.
Antonio Del Valle Perochena, presidente del Consejo Mexicano de Negocios, planteó que este primer paquete de obras de infraestructura debe servir de base para más adelante detonar más proyectos e inversiones. “Este anuncio es sólo el comienzo”, indicó. En ese orden de ideas puntualizó que las bajas tasas de interés y la desaceleración económica en países en desarrollo hacen que México sea un país atractivo para la inversión segura.
El presidente López Obrador agradeció a los empresarios que tienen dimensión social y no sólo se preocupan por las ganancias, sino también del desarrollo social. López Obrador dijo que su gobierno no tiene ningún problema con el sector empresarial, y al contrario, trata de tener buenas relaciones.
Y resaltó que Carlos Salazar le ha ayudado para solventar diferencias del gobierno con los empresarios, por ejemplo, en el caso de la renegociación de los contratos de gasoductos.
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