La empresa fabricante de automóviles General Motors ordenó el retiro de más de 3,4 millones de camionetas grandes de carga y vehículos utilitarios en Estados Unidos para reparar un desperfecto de los frenos.
La medida abarca las pickups modelos Chevrolet Silverado y GMC Sierra 1500, 2500 y 3500 de los años 2014 a 2018. También incluye la SUV Cadillac Escalade de 2015 a 2017 y las GMC Yukon y Chevy Suburban y Tahoe de 2015 a 2018.
General Motors informó que una bomba en el sistema de asistencia de frenado aplica menor potencia que la requerida, lo que incrementa la distancia de frenado y el riesgo de un choque.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos inició una investigación en noviembre del año pasado. Los concesionarios recalibrarán el módulo de control electrónico de los frenos. Los propietarios empezaron a recibir notificaciones a partir del 6 de septiembre.
Y es que el organismo gubernamental estadounidense recibió 111 denuncias sobre los frenos, incluidos nueve informes sobre choques que causaron heridos a dos personas. GM dijo en ese momento que estudiaba las denuncias y reclamos de garantías y colaboraba con el gobierno para evaluarlas.
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