19 DICIEMBRE 2013
La Agenda Setting
Soñando un futuro mejor: los migrantes
La migración internacional ha crecido de
manera notable desde el comienzo de este siglo y se calcula que en la
actualidad unos 232 millones de personas buscan en países distintos al suyo
nuevas oportunidades de mejorar su vida y desarrollar sus conocimientos.
Alrededor de la mitad son mujeres. Ayer se conmemoró el Día Internacional del
Migrante y
es una buena fecha para recordar que la migración es una expresión de la
aspiración humana por la dignidad, la seguridad y un futuro mejor. Es parte del
tejido social y de nuestra condición como una familia humana. Estas fechas a nivel mundial nos permiten a los medios de
comunicación difundir información sobre los derechos humanos y libertades fundamentales
de los migrantes, así como el resultado de sus experiencias y nuevas medidas
que pueden implementarse para protegerlos.
A lo largo de la historia, la migración ha
sido una valiente manifestación de la voluntad del ser humano de sobreponerse a
la adversidad y tener una vida mejor. Hoy en día, la globalización y los
avances en las comunicaciones y el transporte han hecho que aumente
considerablemente el número de personas con el deseo y los medios para
trasladarse a otros lugares. Esta nueva era ha planteado retos y abierto
oportunidades a las sociedades de todo el mundo. También ha contribuido a poner
de relieve la clara interrelación que existe entre la migración y el
desarrollo, así como las oportunidades que presenta para el desarrollo conjunto,
esto es, la mejora coordinada o concertada de las condiciones económicas y
sociales de los lugares de origen y de destino.
El número total de migrantes internacionales
ha aumentado de unos 175 millones en el 2000 a 232 millones de personas en la
actualidad. La migración está distribuida de una forma más amplia en más
continentes. Los diez primeros países de destino reciben una porción más
reducida del total de migrantes que en el año 2000. 49 por ciento de los
migrantes a nivel mundial son mujeres. Uno de cada diez migrantes tiene menos
de quince años de edad. El impacto del flujo de remesas es también
significativo y alcanzó 401.000 millones de dólares el pasado año, casi cuatro
veces más que los 126.000 millones de asistencia oficial al desarrollo.
El atractivo de obtener un trabajo bien
remunerado en algún país rico constituye un poderoso incentivo para la
migración internacional, y que se ha intensificado a medida que aumentan las
diferencias de ingresos entre los países. Esto también se observa dentro del
grupo de los países en desarrollo, entre los más pujantes y los menos
dinámicos.
Muchas economías avanzadas y dinámicas
necesitan trabajadores migrantes para realizar trabajos que no pueden
contratarse externamente y que no encuentran candidatos locales dispuestos a
hacerlos. El envejecimiento de la población también es un factor importante al
provocar un déficit de trabajadores en activo. A medida que las nuevas
generaciones adquieren más formación, son menos los que se contentan con empleos
escasamente remunerados. Los migrantes mantienen la viabilidad de actividades
económicas que, de no ser por ellos se externalizarían. Al aumentar la
población activa y el número de consumidores y aportar su capacidad
empresarial, los migrantes impulsan el crecimiento económico en los países a
los que llegan.
En el lugar de origen, una mayor pobreza no
produce automáticamente mayores tasas de migración. Lo habitual es que los
migrantes internacionales procedan de familias de clase media. Sin embargo,
cuando se establecen en el extranjero, ayudan a los amigos y familiares que
siguen sus pasos y, en ese proceso, los costos y riesgos de la migración se
reducen, lo que permite unirse a la corriente migratoria a otras personas de
ingresos más modestos, aunque esto no necesariamente sucede a los más pobres de
todos los migrantes. La
necesidad de entender mejor las cuestiones planteadas por la migración
internacional en relación con el desarrollo, de intercambiar experiencias y
conocimientos, y de establecer posiciones comunes ha impulsado a más países a
incorporarse a grupos regionales y a algunos grupos regionales a cooperar entre
sí. Sin duda el diálogo de alto nivel entre países sirve como catalizador para
generar considerable actividad en esta esfera que involucra a amplios sectores
sociales. Como bien recordó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon “Hagamos
que la migración beneficie a los migrantes y los países por igual. Se lo
debemos a los millones de migrantes que, con su valentía, su vitalidad y sus sueños,
ayudan a que nuestras sociedades sean más prósperas, flexibles y diversas” y
tiene razón. Les comparto nuestro correo electrónico: jordymx@hotmail.com y en
twitter nos puedes encontrar como: @Jorge__Leyva
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