martes, 30 de julio de 2013

Los que pagan los platos rotos…

30 julio 2013
La Agenda Setting
Los que pagan los platos rotos…
Jorge A. Leyva

No sólo preocupantes resultan las cifras de la medición de la pobreza en 2012, estas son un claro reflejo de la falta de eficacia de las políticas públicas en materia social. Es un retroceso incluso aceptó ayer Luis Videgaray Caso durante la presentación del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) sobre las cifras más recientes de pobreza en México. ¿Qué pasa con los programas sociales que han resultado ineficientes? Es claro que aunque exista compromiso del gobierno federal para mantener programas sociales rediseñando reglas de operación para vincularlos con la productividad y el crecimiento económico, estos han sido ineficaces. Cierto es que es un panorama que encuentra el actual gobierno pero esto de ninguna manera lo exime de su responsabilidad.

Hoy por hoy en nuestro país hay 53.3 millones de mexicanos en pobreza, esto quiere decir que el 45.5 por ciento de la población vive en esa situación. Si es correcto, esto representa un porcentaje menor al que había en 2010 que ascendía a 46.1 % pero la disminución es poca o prácticamente nada. Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Veracruz y Puebla son las cinco entidades más pobres en México. Seguimos fabricando pobres y el combate a esa condición no ha sido efectivo. Todos sabemos que si no aumenta el ingreso no habrá forma de darle solución a esta ominosa situación que más que números toca a millones de mexicanos que viven al día y con carencias importantes para su desarrollo.

Hace un tiempo ya, Adam Smith criticó en su momento a los terratenientes por sacar rentas de tierras improductivas. Actualmente los descendientes de los denominados rentistas feudales son los modernos especuladores y financieros internacionales. Compran y venden empresas, terrenos, bienes raíces, incrementan el costo de la producción sin producir mercancías útiles, pero no combaten la pobreza. Sólo generan riqueza construyendo grandes centros comerciales, especulando con la moneda, obteniendo ganancias inesperadas sin contribuir al desarrollo de la industria, ni a la producción de alimentos ni al empleo bien remunerado. Peor aún la situación global no abona para nada para que en el mediano o corto plaza la situación cambie drásticamente.

George Soros, el multimillonario gurú de las finanzas ha advertido que el sistema financiero mundial no sólo no está funcionando, sino que desde su punto de vista “se encuentra al borde del colapso” y en ese día a día los que pagan los platos rotos son los más pobres de los pobres. Primero porque su desarrollo físico y emocional se ve afectado en condiciones extremas de pobreza, pero también sus oportunidades para acceder a servicios básicos de salud o educación. ¿Obtener una vivienda digna? Ni en sueños. Con el aumento de los precios de los terrenos, los pobres se ven empujados hacia fuera de los límites urbanos amontonándose en cinturones de miseria con muy limitados servicios de transporte, educación y salud.

Y del lado opuesto nuestros gobiernos gastando gran parte del presupuesto en gasto corriente, engrosando una obesa burocracia y solapando la corrupción, eso sí, de vez en cuando recortando el gasto social para según ellos estabilizar la economía. A los pobres le cargan la mano y a los grandes capitales apenas si les cobran impuestos. En ese día a día nuestro capital humano, nuestra gente sufre, aguanta y ni se entera que en unos cuantos puntos porcentuales la pobreza ha disminuido en México. Todos escuchamos esas cifras de pobreza que representan a millones de mexicanos de carne y hueso y no podemos menos que preguntarnos ¿Cuándo los números de la macro economía se verán reflejados en el bolsillo de los mexicanos? En especial de los más humildes. Les comparto nuestro correo electrónico: jordymx@hotmail.com y en twitter nos puedes encontrar como: @Jorge__Leyva

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