martes, 6 de marzo de 2018

Luego ni quejarse

06 MARZO 2018
La Agenda Setting
Por Jorge A. Leyva

Luego ni quejarse

Los ciudadanos quieren que las cosas cambien a su alrededor, que cambie el ambiente que les rodea, que mejore su calidad de vida, y si bien algunos manifiestan su voluntad de intervenir en asuntos públicos, la mayoría no quieren participar y se esgrimen muy diversas razones, desde un “no me interesa”, “me aburre”, “para qué si todos son iguales”, “todos son corruptos”, “no cumplen” y muchas más. Sin embargo aunque está claro que nunca es similar o pareja la participación de todos en una sociedad, -como en la escuela, la universidad o el trabajo- algunos siempre participan más, aportando más ideas, más esfuerzo, más tiempo que el resto dejando a los demás la carga principal olvidando que su participación también es importante. 

Si hablamos de democracia, la verdadera representación no puede existir sin la participación de los ciudadanos, básicamente manifestada en los votos. No hay representación popular que se de sin la participación de los electores en la selección de sus representantes políticos. Pero contrario a lo que se piensa, la participación ciudadana no termina con ejercer ese derecho en la urnas y de votar en las elecciones. La participación ciudadana es importante pero no es suficiente para entender la dinámica de la democracia, tampoco es la única forma de participación.

¿Pero cómo le entramos los ciudadanos de pie? El ex consejero electoral Mauricio Merino considera que la participación se construye con diálogo, de la confrontación de opiniones entre varios individuos independientes, que han decidido ofrecer una parte de sus recursos y de su tiempo en busca de objetivos comunes, pero que también han decidido renunciar a una porción de sus aspiraciones originales para cuajar una acción colectiva. Sin tolerancia, la participación ciudadana sería una práctica inútil: no llevaría al diálogo y a la reproducción de la democracia, sino a la confrontación y la guerra.

Y si bien la participación ciudadana en los procesos electorales es importante, una vez ya emitidos esos sufragios es igual de importante que se garantice con toda seguridad que ese voto se va a respetar, esto resulta un elemento básico para promover mucho más la participación ciudadana. Y es que aunque siempre es deseable tener ciudadanos organizados que actúen y se involucren más en las acciones de gobierno, esto no resulta suficiente para entender la dinámica de la democracia; no obstante sin participación, sencillamente la democracia no existiría.

Por eso la participación ciudadana es indispensable para integrar la representación de las sociedades democráticas a través de los votos y una vez constituidos los órganos de gobierno, la participación se convierte en el medio privilegiado de la llamada sociedad civil para hacerse presente en la toma de decisiones políticas, es decir, con solo votar no basta. Lo más importante es que los ciudadanos se involucren en las decisiones, se enteren y participen. Que sean vigilantes y actores principales en las acciones de gobierno. Que se informen, que le den seguimiento a los proyectos y que se planteen propuestas que beneficien a la mayoría. De eso se trata y no sólo de votar un día cada tres o seis años para después olvidarse de los políticos que llegan a encabezar los gobiernos. En una verdadera democracia no debemos, ni podemos culpar de las desgracias sociales a los demás, nosotros también tenemos que participar, ser responsables de nuestras decisiones y de darle seguimiento a las acciones de gobierno. Un solo voto no es suficiente, debemos asumir un papel más activo para luego no solo quejarnos, culpando a los demás de nuestra propia apatía. Les comparto nuestro correo electrónico: jordymx@hotmail.com y en twitter nos puedes encontrar como: @JorgeLeyva_

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