jueves, 28 de enero de 2016

Sistema de Pensiones con visión de largo plazo

28 ENERO 2016
La Agenda Setting
Por Jorge A. Leyva

Sistema de Pensiones con visión de largo plazo

El Sistema de Pensiones Mexicano ha pasado por distintas etapas, desde ser un fondo solidario hasta ser inversiones en cuentas individuales. Cada paso se ha realizado para intentar darle sustentabilidad al sistema, sin embargo, eso sigue siendo un reto y una preocupación dentro de la agenda social del país. En octubre de 2015 se presentó un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre los sistemas de pensiones en México, según el secretario general del organismo, José Ángel Gurría, ese documento lleva a acabo cabo un análisis profundo del sistema de pensiones mexicano con base en las mejores prácticas internacionales de los países de la OCDE, del cual se derivaran diversas propuestas para mejorarlo y garantizar su funcionamiento en el largo plazo. 

El problema, según la OCDE, es que los sistemas antiguos proporcionan un monto de pensión que no está relacionado con las contribuciones reales del trabajador, es superior a los ahorros acumulados por éste y es injusto para los trabajadores que no tuvieron derecho a ese beneficio por las reformas más recientes al sistema de pensiones. Lo que proponen es un esquema de pro-rata; en el que los derechos adquiridos por el trabajador hasta el día hoy quedarían garantizados y a partir de una fecha definida todos los individuos acumulan pensiones en el nuevo sistema. 

¿Que proponen la OCDE? Aumentar el nivel de cotizaciones. Y es que la tasa actual de contribución (6.5%), solamente da lugar a una tasa de remplazo de 26% del último salario que estuviera ganando el trabajador asalariado al momento de pensionarse, por lo que la OCDE recomienda incrementar gradualmente la tasa de contribución obligatoria y tal aumento ligarlo al aumento salarial. Esto permitiría mejorar el sistema de protección social para la vejez.

Además la OCDE propone incrementar el nivel asistencial para los adultos mayores y mejorar la integración de los programas de gobierno dirigidos a esta población y la pensión mínima garantizada. Ello implicaría coordinar mejor los sistemas de protección mínima para la tercera edad entre los distintos niveles de gobierno a través de transferencias financieras y mejor monitoreo. Además consideran que se debe eliminar la fragmentación del sistema, es decir, armonizar el conjunto de planes de pensiones (públicos, privados, del gobierno federal, local y universidades, entre otros) para tener un único sistema nacional, igual para todos los mexicanos. Todo esto amerita un gran diálogo entre los distintos sectores involucrados y, sobre todo, porque después de 18 años de instaurado el régimen de contribución definida en cuentas individuales el resultado es que las pensiones no resultan suficientes para tener una calidad de vida digna en la vejez. 

En todos los diagnósticos nacionales e internacionales ha quedado claro que el sistema actual no garantiza ingresos suficientes para fondear las pensiones, se requiere subir la aportación para el retiro entre 13 y 15 por ciento. Sin embargo, no existe todavía una estrategia que permita a los trabajadores destinar una mayor parte de su salario para esta prestación; por un lado se tienen los más bajos salarios mínimos de la OCDE y de América Latina y, por otro lado 58% de la fuerza laboral trabaja en el mercado informal sin seguridad social y sin cotizar, esto según datos del documento “El contexto del Sistema de Pensiones en México y su discusión actual” realizado por el Senado de la República.

Y si en México el mercado laboral se caracteriza por su fragmentación en donde un ocupado es contratado por un periodo de tiempo en el sector formal y después se ve obligado a pasar a la informalidad, con lo cual se puede presumir que existen cuentas de Afore que están inactivas por esta importante movilidad laboral que no permiten capitalizar al Sistema. Por eso los especialistas señalan que la mayor generación de empleo eventual es el resultado del menor ritmo de crecimiento económico y de un mercado de trabajo inestable que no puede ofrecer seguridad laboral ni social debido a la escasa productividad de la economía. Un ejemplo de esta problemática se relaciona con los cambios fiscales que tienen que ver con el aumento en los costos de la nómina por la reducción en las deducciones de las prestaciones sociales que se otorgan a estas empresas, ese aumento oscila entre 7 y 8% en el costo de las nóminas y por tanto se toma la decisión de “no arriesgar” y emplear sólo por tiempo parcial a los individuos con el entendido de que si la situación económica no mejora es más fácil recurrir al despido. ¿Que se puede hacer? Tal vez la solución va más allá de optar por un régimen u otro, lo que se requiere una solución integral, que discuta el modelo de desarrollo de la economía nacional y que permita una mejora real en las condiciones presentes y futuras de todos los trabajadores y sus familias en el país. La tendencia es aumentar las aportaciones porque de otra manera no habría viabilidad para dichos sistemas y eso si sería una verdadera irresponsabilidad. Les comparto nuestro correo electrónico: jordymx@hotmail.com y en twitter nos puedes encontrar como: @JorgeLeyva_

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