Lácides y los Centenarios

25 AGOSTO DE 2015

La Agenda Setting

Por Jorge A. Leyva

Lácides y los Centenarios

En el 2010 se celebró el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución mexicana, fueron sin duda, dos fechas emblemáticas en la historiografía nacional y en el horizonte político de México. En la Universidad Olmeca se realizó un ciclo de conferencias con la idea de mostrar ángulos novedosos de la historia mexicana con un ánimo de reflexionar sobre diversos temas actuales e históricos. 

Ese ciclo de conferencias “Los Centenarios: Una puerta al Tiempo”, recuerdo bien inició con una ponencia a cargo del doctor Marco Antonio Aldabazo, catedrático de la Universidad Michoacana San Nicolás de Hidalgo, un estudioso de la cultura y política del siglo XIX. Don David Gustavo Gutiérrez Ruíz coordinador general del Consejo de Fundadores de la Universidad Olmeca estuvo en el evento. También Humberto Mayans Canabal que en ese entonces era secretario de Gobierno y siempre ha promovido la cultura desde los diversos espacios donde ha estado. 

Fue sin duda un evento muy concurrido, académico y cultural donde participaron el doctor Lácides García Detjen, rector de la Universidad Olmeca, el doctor Rafael Loyola Díaz de la coordinación de Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México, el doctor Javier Garciadiego, presidente del Colegio de México, el doctor Carlos Martínez Assad, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, historiadores, académicos, intelectuales, funcionarios públicos, y periodistas. Al maestro Lácides lo saludé con gusto y como en aquella ocasión -y varias más- platicamos de innumerables temas. Colombiano de nacimiento pero tabasqueño por decisión, a Lácides lo conocí cuando estudiaba la carrera de comunicación en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. 

Un gran maestro, siempre cortés, educado, inteligente, una mente preparada así era Lácides quién me honró posteriormente con su amistad y solía comentarme algunos apuntes de temas que tocaba en la columna, sí esta misma columna que de colofón y con Canito que de la propia mano de Lácides salía a escena y me comentaba: ¡Ah ese Canito! Recordándome tal o cual tema. 

El domingo me enteré con sumo pesar del fallecimiento del maestro Lácides, una noticia triste para Tabasco, para el mundo de las letras, la cultura, para nosotros los comunicadores. Perdemos a un gran hombre, un gran maestro, un gran amigo. Lácides era una de esas personas que sabiendo y conociendo de muchos temas, era humilde para enseñar y compartir, sabía ser alegre y serio cuando había que serlo. Los últimos años de su vida luchó contra el cáncer que padecía.

El 25 de marzo de este año, el maestro Lácides fue reconocido por la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco con el máximo reconocimiento que otorga: el Juchimán de Plata. Ese día no acudió por la enfermedad que lo aquejaba. Su hijo leyó su mensaje. Al final de su misiva el maestro Lácides escribió: “Todas las civilizaciones y etapas del desarrollo humano han estado cohesionadas por la cultura y la educación. Por ello creo que impulsar a los jóvenes a la infinita ventana de la cultura es también un acto de comunicación y de enseñanza. La tecnología de las comunicaciones y las redes sociales han cimbrado muchas cosas de la vida cotidiana de la sociedad del siglo XXI, pero permanecen como fuertes columnas: leer un libro, la forma de pensar, de actuar y de ser de las personas”. 

Así es Canito tienes razón, se nos adelanta un hombre culto, honesto y preparado. Un hombre de letras, de lectura, de academia. Maestro, donde quiera que este lo recordaremos con aprecio, con respeto, con admiración. No nos olvidaremos de ti, ni nosotros, ni Canito, ni los que de ti aprendimos o te conocimos. Tabasco tampoco te podrá olvidar, este lugar que comparaste con Macondo, afirmando que sí el mítico pueblo de la novela del Gabo existiese, ese lugar sería Tabasco. Descansa en paz amigo y maestro. Les comparto nuestro correo electrónico: jordymx@hotmail.com y en twitter nos  puedes encontrar como: @JorgeLeyva_