No podemos por el bien de Geraldineth dejarla en el olvido

01 FEBRERO 2014

La Agenda Setting

No podemos por el bien de Geraldineth dejarla en el olvido

Geraldineth Pérez Benítez

No hace mucho comentábamos aquí en este espacio de La Agenda Setting, cómo la violencia ha ido escalando de poco en poco. Si bien es cierto que no se puede culpar sólo a un gobierno o sus autoridades por todo lo que pasa, porque en muchos lados en mayor o menor medida padecemos los ciudadanos y la sociedad en su conjunto las diversas ramas de lo genera la inseguridad, la violencia; la realidad es que la responsabilidad principal recae sobre la primera instancia de gobierno. Cuando suceden hechos tan lamentables y ominosos como la muerte en Tabasco de la joven de 23 años Geraldineth Pérez Benítez, los ciudadanos nos sentimos lastimados, se daña el tejido social y viene bien revisar, replantear lo que nuestras autoridades han realizado, pero también los maestros y principalmente el núcleo básico: los padres de familias sobre la formación, desarrollo de nuestros hijos, de nuestros jóvenes. Cuando pasan hechos violentos que trastocan a la sociedad, todos en mayor o menor medida somos culpables porque algo en su conjunto hemos hecho mal. ¿En que nos hemos equivocado para que hechos tan lastimosos ocurran y nos cimbren?

Más allá de que el presuntamente responsable pudiese ser su ex esposo, Gerardo Alejandro Estrada quien tiene antecedentes de violencia graves y registra varios ingresos al penal tabasqueño, el tema pasa por la educación familiar, del principal núcleo que es la familia. Algo estamos haciendo mal los padres de familias, los maestros en las escuelas, las autoridades, todos porque lo que tenemos es resultado de una sociedad llena de violencia, como si eso fuera lo normal. Lo cotidiano es la muerte, los asesinatos, los homicidios, el secuestro, el robo. ¿Cuándo pasó de ser esporádico a cotidiano? Ya poco nos asombramos.

¿Y el Gobierno dónde está? ¿Escondido? De igual forma las autoridades tienen parte en el asunto, las políticas empleadas por los tres órdenes de gobierno para reducir los delitos no han sido los correctos, hay disparidad en los códigos penales dentro de todos sus niveles. ¿Cómo combatir la violencia, la inseguridad si en un estado se tipifica diferente un delito que otro? Urge homologar la ley. Y si nos vamos  las cifras, el tema se ubica en una situación más que grave. De acuerdo con estadísticas recientes divulgadas por el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio en 24 entidades del país al menos 2 mil 273 mujeres fueron victimadas en 2012. En casi todas esas entidades los feminicidios se duplicaron en relación con los 12 meses anteriores.

La reciente tipificación del feminicidio no ha sido insuficiente para saldar la deuda con las víctimas de violencia, porque no se ha fortalecido la cadena de justicia. Aquí entra el otro gran pendiente: la impunidad. Porque mientras no se castigue a los homicidas y delincuentes con averiguaciones previas bien fundamentadas, sean bien procesados, con sentencias justas de acorde a los delitos cometidos, y no se atienda el problema de manera integral y coordinada, las autoridades competentes de la federación en los diferentes ámbitos de gobierno no darán una respuesta contundente, ni habrá un alto a la violencia feminicida, ni tampoco se restablecerá las bases del tejido social; la reparación de los daños que han marcado a la sociedad seguirá esperando, igual que como espera indignada a ratos la sociedad mexicana cada que una Geraldineth aparece y nos mueve la sangre que corre por nuestras venas, dejándonos con ese sentimiento social de impotencia e indignación que causa su homicidio como el que ocurrió con la joven mamá que deja huérfano a un pequeñito en Tabasco, pero que, al paso del tiempo de poco a poco se nos olvida.

¿Qué se requiere de un mayor esfuerzo coordinado e integral para hacerle frente a la violencia y a la inseguridad? Cierto. ¿Qué cómo padres de familia tenemos que fortalecer el núcleo familiar? Sin duda. No hay violencia con educación. Pero también los gobiernos y las autoridades tienen que hacer su parte. También tienen responsabilidad. Y nosotros como sociedad exigir que el tema no quede en el olvido. No podemos por el bien de Geraldineth dejarla en el olvido e indignarnos un día, una semana, un mes. Debemos empezar a replantearnos lo que estamos haciendo más. ¿O tenemos que esperar el siguiente caso para generar conciencia social? Les comparto nuestro correo electrónico: jordymx@hotmail.com y en twitter nos puedes encontrar como: @Jorge__Leyva