16 abril de
2013
La Agenda
Setting
Cuando pensamos que había
pasado lo peor, nos dimos cuenta que no
Jorge A. Leyva
Cuando pensamos que la
peor legislatura de los últimos años había sido la que encabezó en algún
momento José del Carmen Escayola, ahora nos damos cuenta de que todavía venía
algo peor, así me dijo una gran amiga periodista quién lleva varios años cubriendo
la fuente en el Congreso tabasqueño al comentarme su punto de vista sobre el
deplorable trabajo que encabeza el diputado Rafael Abner Balboa presidente de
la Junta de Coordinación Política.
La realidad de las cosas
es ya no se sabe sí reír o llorar con todo lo que ha pasado recientemente en la
Cámara de Diputados en Tabasco porque toda ficción es superada por la realidad.
Enumerar los gazapos del diputado presidente Rafael Abner Balboa nos llevaría
mucho espacio y tampoco estamos para hacer leña del árbol caído. Pero lo que si
nos corresponde como columnistas es compartirles lo desaseado que han sido los
procesos en el Poder Legislativo que, en resumidas cuentas padece de la
improvisación de gente que nunca en su vida había estado en un recinto
legislativo pero ni de oyente.
Y no me refiero al caso
de Francisco Rullán Silva porque cada quién puede tener la versión del caso,
pero el tema de los errores legislativos no es privativo de este caso tan
simbólico donde a los legisladores perredistas el engrudo se les hizo bola, no,
insisto, los problemas empezaron mucho antes cuando se nombró a la directora
del Instituto Estatal para la Mujer en Tabasco. ¿Recuerdan? Luego vino otro que
les costó a los perredistas un tremendo regaño de Andrés Manuel López Obrador. Y
hay muchos más. Analistas del tema legislativo advierten que el principal error
vino desde que los legisladores del PRD nombraron al propio Rafael Abner, una designación
incompresible teniendo gente con mayor experiencia legislativa dentro de las
filas de las fuerzas perredistas, pero en fin, así lo decidieron y por eso
ahora, en el pecado llevan la penitencia los propios perredistas que se hunden
en un barco que no parece llegar a buen puerto.
Lo más grave es que los
propios legisladores del sol azteca no se dejan ayudar, no saben que hacer con
las principales posiciones en el congreso local, pero además, en la acera de
enfrente, el diputado panista Francisco Castillo Ramírez ya considera necesaria
la remoción de Rafael Abner Balboa de la Junta de Coordinación Política. ¿Por
qué? Por decisiones autoritarias, pero principalmente ha dicho el propio coordinador
panista, por los errores jurídicos que se han venido cometiendo en el afán de destituir
al fiscal superior Francisco Rullán Silva. Y es que el papelón que están
haciendo con este tema ha involucrado toda la imagen de la Cámara de Diputados
tabasqueña, son el hazmerreír a nivel nacional.
Con diputados tabasqueños
que ganan más de 150 mil pesos mensuales y que tienen privilegios de personal
adicional como asesores, secretarios, secretarias, entre otras prerrogativas,
no se entiende como no pueden ni formar un equipo de trabajo que los asesore y
les digan por donde sí o por donde no pueden transitar. Porque además esos
salarios, amable lector, los pagamos nosotros con nuestros impuestos. Entonces
¿De qué se trata? Solo hay que rascarle tantito y veremos cuantos amigos,
parientes y familiares están como asesores o en posiciones estratégicas pero
que de nada sirven a diputados que ni preparación tienen para estar en el Poder
Legislativo. ¿Cómo van a tomar decisiones así? No saben. No pueden, no estudian,
ni se dejan asesorar. Esta legislatura está para llorar y mientras aprenden
muchos diputados y diputadas cómo ser legisladores, a los tabasqueños se los
llevan entre las patas. No se vale. Les comparto nuestro correo electrónico:
jordymx@hotmail.com y en twitter nos puedes encontrar como: @Jorge__Leyva
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