miércoles, 17 de abril de 2013

Cuando pensamos que había pasado lo peor, nos dimos cuenta que no


16 abril de 2013
La Agenda Setting
Cuando pensamos que había pasado lo peor, nos dimos cuenta que no
Jorge A. Leyva        

Cuando pensamos que la peor legislatura de los últimos años había sido la que encabezó en algún momento José del Carmen Escayola, ahora nos damos cuenta de que todavía venía algo peor, así me dijo una gran amiga periodista quién lleva varios años cubriendo la fuente en el Congreso tabasqueño al comentarme su punto de vista sobre el deplorable trabajo que encabeza el diputado Rafael Abner Balboa presidente de la Junta de Coordinación Política.

La realidad de las cosas es ya no se sabe sí reír o llorar con todo lo que ha pasado recientemente en la Cámara de Diputados en Tabasco porque toda ficción es superada por la realidad. Enumerar los gazapos del diputado presidente Rafael Abner Balboa nos llevaría mucho espacio y tampoco estamos para hacer leña del árbol caído. Pero lo que si nos corresponde como columnistas es compartirles lo desaseado que han sido los procesos en el Poder Legislativo que, en resumidas cuentas padece de la improvisación de gente que nunca en su vida había estado en un recinto legislativo pero ni de oyente.

Y no me refiero al caso de Francisco Rullán Silva porque cada quién puede tener la versión del caso, pero el tema de los errores legislativos no es privativo de este caso tan simbólico donde a los legisladores perredistas el engrudo se les hizo bola, no, insisto, los problemas empezaron mucho antes cuando se nombró a la directora del Instituto Estatal para la Mujer en Tabasco. ¿Recuerdan? Luego vino otro que les costó a los perredistas un tremendo regaño de Andrés Manuel López Obrador. Y hay muchos más. Analistas del tema legislativo advierten que el principal error vino desde que los legisladores del PRD nombraron al propio Rafael Abner, una designación incompresible teniendo gente con mayor experiencia legislativa dentro de las filas de las fuerzas perredistas, pero en fin, así lo decidieron y por eso ahora, en el pecado llevan la penitencia los propios perredistas que se hunden en un barco que no parece llegar a buen puerto.

Lo más grave es que los propios legisladores del sol azteca no se dejan ayudar, no saben que hacer con las principales posiciones en el congreso local, pero además, en la acera de enfrente, el diputado panista Francisco Castillo Ramírez ya considera necesaria la remoción de Rafael Abner Balboa de la Junta de Coordinación Política. ¿Por qué? Por decisiones autoritarias, pero principalmente ha dicho el propio coordinador panista, por los errores jurídicos que se han venido cometiendo en el afán de destituir al fiscal superior Francisco Rullán Silva. Y es que el papelón que están haciendo con este tema ha involucrado toda la imagen de la Cámara de Diputados tabasqueña, son el hazmerreír a nivel nacional.

Con diputados tabasqueños que ganan más de 150 mil pesos mensuales y que tienen privilegios de personal adicional como asesores, secretarios, secretarias, entre otras prerrogativas, no se entiende como no pueden ni formar un equipo de trabajo que los asesore y les digan por donde sí o por donde no pueden transitar. Porque además esos salarios, amable lector, los pagamos nosotros con nuestros impuestos. Entonces ¿De qué se trata? Solo hay que rascarle tantito y veremos cuantos amigos, parientes y familiares están como asesores o en posiciones estratégicas pero que de nada sirven a diputados que ni preparación tienen para estar en el Poder Legislativo. ¿Cómo van a tomar decisiones así? No saben. No pueden, no estudian, ni se dejan asesorar. Esta legislatura está para llorar y mientras aprenden muchos diputados y diputadas cómo ser legisladores, a los tabasqueños se los llevan entre las patas. No se vale. Les comparto nuestro correo electrónico: jordymx@hotmail.com y en twitter nos puedes encontrar como: @Jorge__Leyva

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