06 MARZO 2014
La Agenda Setting
No hay médicos en Tabasco
Secretario de salud apareció después de la negligencia médica |
No hay médicos en Tabasco, de otra manera
no se entiende como un licenciado en derecho dirige la secretaría de salud del
Gobierno de ese Estado. Cuando Ezequiel Toledo Ocampo médico de profesión fue
removido de esa importante secretaría y se designó Juan Antonio Filigrana como
nuevo titular de esa dependencia a finales del 2013 de un sólo golpe se borró
la historia de los grandes médicos tabasqueños. Afortunadamente son muchos los dignos
representantes de esa vocación social y humanitaria que forjaron la historia de
los galenos tabasqueños quienes atendían de manera personalizada a los
pacientes, una cosa que resulta rara hoy por hoy.
Antonio Osuna, Antonio Gutiérrez Villareal,
Manuel Jesús Piña, Juan Graham Casasús, Rodolfo Nieto Padrón, los hermanos José
Manuel y Rodolfo Mayans Victoria y tantos otros médicos que cuando Tabasco no
tenía ni por asomo las vías de comunicación que hoy tenemos, hacían frente a
enfermedades como el paludismo y otras más de esa época, a las que gracias a
sus estudios y experiencia enfrenaron con gran éxito. En cayucos, a caballo,
caminando, en el consultorio, o donde estuvieran dedicaron con atingencia sus
esfuerzos en pro de la salud pública y privada pero siempre con una vocación humanística,
muchas veces recibiendo como un pago una gallina, un pavo o las gracias cuando
los pacientes no tenían dinero.
En la vida pública del país, estos médicos
tabasqueños se destacaron porque fueron individuos visionarios y con ideales
definidos de pensamientos, palabras y acciones para trascender a ellos mismos y
para convertirse en hombres de su tiempo. Médicos que construyeron con responsabilidad
moral un método de trabajo con y para su patria, a partir de los principios de
servicios y de entrega en los que fueron educados. Luego siguieron otros médicos
tabasqueños que siguieron esa tradición, Juan Puig Palacios, Alonso Hernández
Falcón, Bartolomé Reynés, Juan José Beauregard Cruz, Arquímedes Oramas Sáenz,
Amador Izundegui Rullán, Fernando Rabelo Ruiz de la Peña entre otros quienes
con destacadas trayectorias profesionales como médicos, académicos o servidores
públicos se comprometieron con los sectores más vulnerables. Muchos tabasqueños
impulsaron el sistema de salud y en las instituciones educativas especializadas
en la Medicina en Tabasco y algunos lo siguen haciendo.
Lejos están los médicos y los que trabajan
en los servicios de salud pública de
Tabasco del ejemplo y legado histórico de sus antecesores. Cuando no da a luz
una mujer en las salas de espera o en los pasillos del Hospital de la Mujer, se
les mueren los pacientes. No es lo único, los insumos escasean, la atención es
inhumana y el problema es que aunque legalmente puede estar de secretario de
salud un licenciado en derecho, la denuncia pública y constante nos revela que ahí
no sea trabaja con un enfoque humano médico. Incluso de todos es conocido como
gran parte de los problemas que heredó la anterior administración de Andrés
Granier detonó precisamente por las deudas y el manejo por demás irregular de los
recursos destinados al sector salud.
¿A poco en Tabasco no habrá algún médico
con maestría en administración que pueda llevar las riendas de la Secretaría de
Salud? Seguro hay más de 30 si le buscamos. El licenciado en derecho Juan
Antonio Filigrana puso sus barbas a remojar al cesar a dos funcionarios del
Hospital de la Mujer donde parió en la sala de espera la joven Carlota Chablé
tras cuatro revisiones de los médicos, quienes le insistían que aún no estaba
en labores de parto. Tirada en una camilla y en la sala de espera sufrió de
dolores, de negligencia médica y finalmente el esposo recibió en sus manos al
bebé ya que los doctores nunca los atendieron. Juan Antonio Filigrana intenta
salvar el pellejo oportunistamente y se quita peso sobre sus hombros y les
traspasa la responsabilidad a las personas cesadas. ¿Y el daño mediático a
nivel nacional? Porque Tabasco apareció en toda la prensa nacional. Pero más
allá de la amplia difusión que recibió en medios, lo grave es que exhibió de
nuevo, lo mal, lo pésimo y lo deficiente de los servicios de salud pública. La
administración actual sigue negligente en esa área tan importante para toda la
sociedad.
Así es Canito tienes razón, nadando de
muertito está Juan Antonio Filigrana, el secretario de salud pública en Tabasco
quién también debería ser parte del grupo de médicos y funcionarios cesados por
su negligencia en el Sector Salud. El todavía titular de esa dependencia se ha convertido
en ferviente guadalupano… se hace que la virgen le habla. Les comparto nuestro
correo electrónico: jordymx@hotmail.com y en twitter nos puedes encontrar como:
@Jorge__Leyva
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