martes, 23 de septiembre de 2014

No hay reforma migratoria, pero si Guardia Nacional

23 SEPTIEMBRE 2014
La Agenda Setting
No hay reforma migratoria, pero si Guardia Nacional
Por Jorge A. Leyva

La vulnerabilidad de los niños, niñas y adolescentes en la frontera norte de México no es un tema nuevo, pero más recientemente ha saltado con fuerza a la agenda pública y política por las declaraciones del intolerante gobernador de Texas, Rick Perry, quién solicitó la participación de mil elementos de la Guardia Nacional en la región fronteriza de esa entidad con México. El objetivo, ha dicho este político estadounidense, es detener el ingreso de migrantes latinoamericanos y combatir a criminales relacionados con el tráfico y la trata de personas. Y es que es evidente que el flujo de emigrantes de menores centroamericanos y mexicanos hacia Estados Unidos que se ha incrementado durante el último año.

El documento Mirada Legislativa realizado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, estima que de octubre de 2013 a agosto de 2014 ingresaron 63 mil menores indocumentados a Estados Unidos. Además el texto reporta que la patrulla fronteriza realizó cerca de 421 mil detenciones en 2013, de las cuales 98% fueron en la frontera sur. Los estados con más arrestos fueron Texas (235 mil 567) y Arizona (125 mil 942). El 55% de los inmigrantes detenidos en 2013 provenían de Guatemala, El Salvador y Honduras y sobre el tema subraya, este documento legislativo, los senadores mexicanos de la LXII Legislatura presentaron ya dos proposiciones con punto de Acuerdo en la Comisión Permanente a fin de rechazar estas medidas que perjudican a los migrantes mexicanos y centroamericanos.

Sin duda que la determinación del Gobernador Perry es nuevamente la criminalización y persecución de los migrantes por las autoridades norteamericanas. Además, que pone aún en mayor peligro a los niños y niñas, que deberán hacer frente no solamente a los peligros intrínsecos del recorrido migratorio sino que también tendrán que enfrentar a las fuerzas militares entrenadas para la guerra y no al trato de grupos vulnerables e indefensos. La gravedad es tal que la organización Human Rights Watch ha manifestado que le inquieta mucho la militarización de la frontera entre Estados Unidos con México, ya que “cuando se recurre a las tropas, en este caso a la Guardia Nacional, para tareas de vigilancia, nos estamos arriesgando al abuso’’.

En ese marco, ante la amenaza de militarización de la frontera, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México envió sendas notas diplomáticas al Departamento de Estados Unidos y al gobierno de Texas para expresar su preocupación y desacuerdo donde advierten que este tipo de decisiones unilaterales no abonan a los esfuerzos conjuntos a fin de construir una frontera moderna, próspera y segura. Y los gobiernos de Guatemala, Honduras y el Salvador han hecho lo propio. Incluso la Organización de Estados Americanos emitió una declaración para expresar su apoyo a los gobiernos de la región y abogó por una respuesta humanitaria y no militar a la crisis de los niños migrantes.

Sin desconocer la importancia que estos eventos tienen y la urgencia de atención que merecen, es necesario considerar que el tema migratorio ha tenido un uso político en el vecino país; incluso se ha utilizado tradicionalmente como bandera para golpear o desacreditar la función del Gobierno vigente. Y si están próximas las elecciones, los dos partidos políticos norteamericanos históricamente tienden a sacar raja política para intentar jalar a los votantes. El efecto de este juego político puede llegar a ser aún más devastador para los menores migrantes que, reitero, además de enfrentarse los peligros de la travesía, se ven perseguidos y criminalizados por las mismas personas que deberían darles cobijo, atención y protección. Y mientras la reforma migratoria –que se ve cada vez más lejana-  no llega y como están las cosas nunca llegará, lo que ofrece hoy por hoy el gobierno norteamericano es la Guardia Nacional para militarizar la frontera mexicana con los Estados Unidos. ¿Reforma migratoria? Puros cuentos.

Así es Canito, que Cristóbal Álvarez Brown sueña con ser diputado incluso presidente municipal en Macuspana, pero los números no le dan. Además de que en nada apoya a los tricolores locales ahora que se construyen las oficinas del Partido Revolucionario Institucional en ese municipio, el actual delegado federal del Fovissste todavía carga en la espalda el affaire mediático de cuando siendo director de Gestión y Seguimiento a la Demanda Social de la Secretaría de Gobierno en tiempos de Andrés Granier fue destituido tras encontrarlo con las manos en la masa. No se olvida que se descubrieron despensas y kits de Limpieza destinados para afectados por la inundación en una residencia propiedad de un familiar de él. Les comparto nuestro correo electrónico: jordymx@hotmail.com y en twitter nos puedes encontrar como: @JorgeLeyva_

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