Ya había sucedido en la Plaza de San Pedro que lució vacía en plena Semana Santa. Ahora ante el temor por la expansión del coronavirus por todo el planeta y las medidas extremas de los países de todo el mundo para contener la pandemia del Covid-19, La Meca en Arabia Saudíta, en la mezquita de Masjid al-Haram, durante este viernes.
Muy lejos de su estampa habitual, en la que se suelen observar mares de personas formando círculos, el recinto sagrado se podía ver absolutamente vacío, con tan solo algunos operarios caminando por las baldosas que rodean a la Kaaba, el santuario más sagrado del islam.
Y es que desde este viernes hasta el próximo 23 de mayo los fieles islámicos celebran su mes sagrado: ayuno de sol a sol y oración y lectura intensiva del Corán en la época del año más importante de una religión con más de 1.900 millones de seguidores en todo el mundo y que este año, como excepción en sus 1.400 años de historia, la Gran Mezquita de La Meca y la Mezquita del Profeta en Medina permanecerán cerradas para evitar aglomeraciones. En la primera noche de Ramadán de este jueves, tan sólo los clérigos y el personal de seguridad y limpieza pudieron entrar en la mezquita de La Meca y la ceremonia que anuncia el inicio del mes sagrado sólo pudo retrasmitirse por televisión.
"Me duele recibir el mes glorioso de Ramadán en circunstancias que nos impiden rezar en las mezquitas", lamentó el custodio de los Santos Lugares, el rey Salman bin Abdulaziz de Arabia Saudita, según informa 'The New York Times' a través de la Agencia Estatal de Prensa de Arabia Saudí. Pero desde el comienzo de semana, su ministro de Asuntos Religiosos, Abdul Latif al-Sheikh ya venía recordando la prohibición de reunirse o acercarse a las mezquitas para rezar en un año en el que muchos musulmanes sólo podrán orar desde casa. Desde hace más de un mes, el Gobierno Saudí dejó de emitir visados para la peregrinación de la Umrah, que se puede realizar habitualmente durante todo el año, pero también las destinadas a La Meca y Medina.
La mayor parte de gobiernos en países de mayoría musulmana han pedido a su población que respeten las medidas de distanciamiento social durante el Ramadán. Algunos de los primeros contagios en la zona tuvieron como foco peregrinos de regreso de los lugares santos de Irán, Arabia Saudí, Afganistán y Pakistán. También de reuniones de fieles en India y Malasia. Irán, con 5.574 muertos y 88.194 contagiados es el país de mayoría islámica más azotado por el coronavirus. Aun así, Estados Unidos se niega a levantar un bloqueo que impide el suministro de material médico al país árabe en plena pandemia.
En Jerusalén, habituados a las peregrinaciones de decenas de miles de fieles alrededor de la Cúpula de la Roca en Jerusalén, este viernes han visto como el imam de la Mezquita de Al-Aqsa, se dirigía a los pocos files allí congregados. Este año las oraciones tendrán que seguirse por televisión. Media docena de clérigos, ataviados con mascarillas y separados por varios metros de distancia entre ellos se han arrodillado frente al púlpito mientras el imam ha pedido a Alá "que tenga piedad en nosotros y en toda la humanidad y nos salve de esta pandemia mortal".
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