En el municipio de Tenosique en el Estado de Tabasco, 120 de venados fueron abandonados en condiciones lamentables luego de que la empresa que los cuidaba cerrara sus puertas en 2018.
De acuerdo con las declaraciones de los vecinos de la zona, estos animales son robados por miembros de la comunidad y, pese a que son alimentados por un cuidador, no viven en las mejores condiciones.
Don Martín García, un hombre contratado para alimentarlos, les da de comer pastura o silo -forraje- cuando no hay productos de engorda para ellos. Por su trabajo este hombre recibe un pago menor al de dos mil pesos.
Desde 2008 los venados comenzaron a criarse dentro de las instalaciones de Ingenio Azucarero Azsuremex, pero tras la quiebra del complejo azucarero fueron abandonados en condiciones precarias.
“Yo les he puesto las cuatro ninfas, porque estaban parecidas las cuatro venadas, entonces les puse así… después de la comida me voy a tirarles la comida y si no hay comida les damos silo y en la tarde me doy otra vuelta” narra Don Martín en una entrevista con El Universal.
Un año después de que los venados cola blanca fueran adquiridos por Azsuremex (2008), la Profepa realizó una inspección en la que decomisó a 9 ejemplares de esta especie y 15 axis porque los dueños no pudieron comprobar la legalidad de su procedencia.
“Yo solamente vengo y les tiro zacate y cuando están ahí conmigo, las que se dejan acariciar las acaricio y les pongo su nombre; ahí las llamo por su nombre, algunas me obedecen y otras no. Yo les he puesto las cuatro ninfas” añadió.
Con el cierre del ingenio los venados quedaron sin protección y no han sido ser atendidos por ningún médico veterinario. Tampoco han recibido sus vitaminas ni chequeos clínicos. El terreno que ocupaba Azsuremex ahora es vigilado por dos elementos de la policía municipal, quienes se turnan para evitar que se haga un uso indebido del espacio.
“Desde que empezaron a cerrar el ingenio ahorita prácticamente los animalitos padecen de alimento bastante porque nada más en la mañana les traen”, explicó un taxista de Tenosique. “Al estar en propiedad privada, nadie se puede meter y solo nos queda denunciar que están en mal estado”, mencionaron vecinos de la localidad.
Cuando el ingenio estaba en sus mejores épocas, estos animales eran alimentados con comida de engorda, tenían atención veterinaria y se veía por su salud, sin embargo, con el paso de los años su realidad cambió y ahora los vecinos buscan el apoyo de las autoridades para el bienestar de la especie. Con información de El Universal.
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