La Caminata por la Paz sigue su recorrido para exigir al gobierno de México y al presidente Andrés Manuel López Obrador que acabe de una vez por toda con la violencia que azota al país. El poeta y activista Javier Sicilia, que tras el asesinato de su hijo en 2011 organizó una marcha similar, acompaña a Julián LeBarón, familiar de las nueve víctimas que murieron en la emboscada del 4 de noviembre.
“Las víctimas, la sangre, el horror, la miseria, las calles tomadas por el crimen organizado, el Estado tomado y cooptado por el crimen organizado no es un show, es la realidad del país”, dijo Sicilia en el recorrido de casi 70 kilómetros que inició ayer.
“Nosotros no podemos ir detrás de los criminales armados (...). La ciudadanía debe aprender a ir con la autoridad, decirle ‘tú tienes las armas, las herramientas para resolverlo’”, añadió por su parte el miembro de la familia LeBarón.
Una bandera nacional manchada con sangre encabeza la movilización con la intención de evidenciar la violencia que azota al país y que en el último año dejó más de 34,000 homicidios. En ella van familiares de otras víctimas, activistas que esperan encontrar una respuesta por parte del gobierno federal, quien a su parecer ha fallado en su estrategia de seguridad.
“Pensamos que con el gobierno de López Obrador habría justicia, que iban a encerrar a ex presidentes como Peña Nieto y que se iba a dar seguimiento a casos como Ayotzinapa o Tlatlaya, pero en realidad no ha sucedido nada”, dijo Diego Hernández, un activista de la Ciudad de México.
El activista caminó junto a mujeres provenientes de todos los estados de la República. Gente de Sinaloa, Guerrero, Michoacán, Estado de México, Jalisco, Veracruz y Tamaulipas; todos ellos buscan a algún familiar que ha sido víctima de desaparición forzada o de homicidio.
Una de las mayores exigencias de esta movilización es que la administración de Andrés Manuel López Obrador implemente una estrategia efectiva en contra del crimen organizado y escuche a los familiares de las víctimas, pues supuestamente no ha cumplido con la agenda de justicia transicional que prometió.
“No estoy pensando en quiénes están muriendo, yo quiero luchar por quienes están viviendo”, dijo Adrián LeBarón, otro de los familiares de esta familia mormona que vivió una de las peores tragedias de México en los últimos años.
La caminata llegará a la Ciudad de México el viernes. Desde un inicio, han tenido la intención de reunirse con el mandatario. Sin embargo, él ha advertido que no los recibirá personalmente en Palacio Nacional, sino miembros de su gabinete.
Esta decisión ha sido ampliamente criticada por los líderes de la caminata y por las bancadas opositoras. De hecho, este mismo jueves el Partido de la Revolución Democrática (PRD) le solicitó al Ejecutivo que los reciba.
“Acabamos de vivir el año más violento de toda la historia. En el 2019 se registraron 94 asesinatos diarios, ese es el saldo con números rojos de primer año de gobierno de López Obrador, por tal motivo el PRD saluda la marcha que encabeza el poeta Javier Sicilia y la familia LeBarón”, sentenció Ángel Ávila Romero, dirigente nacional del partido.
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